por Paulo De León, CDC.
Las leyes de competencia desde que se dio la primera tienen varios objetivos que parten de motivos o razones claras, muchas veces tergiversadas ideológica o políticamente para fines específicos. Las razones fundamentales de una ley de competencia usualmente buscan ciertos objetivos, el primero que analizaremos es la eficiencia.
Promover la eficiencia de la economía, la cual se logra mediante la competencia en mercados específicos por el ingreso y participación de muchas empresas. En este sentido, de nada sirve una ley de competencia, si en un país hay muchas barreras de entrada con restricciones impuestas por los mismos gobiernos o la burocracia. Permisos para operar, para importar, para producir, restricciones de todo tipo son ejemplos de barreras de entrada.
La eficiencia es un concepto económico concreto, es la producción, distribución y comercialización de un producto creado al mejor costo posible. Detrás de ella está la capacidad empresarial de hacerlo de la mejor manera posible buscando de alguna manera ampliar márgenes de ganancia.
No podemos entonces dejar de comentar en el gran esquema de las cosas, que la eficientización de una economía también depende del mismo Estado. En ese sentido una agenda de eficientización estatal debiera de incluirse, recordando que el Estado produce también servicios, pero no es sujeto de una ley de competencia (tiene exención). Considere usted que en varios países del mundo el Gobierno es actor directo en mercados: hay bancos nacionales, distribuidores eléctricos, entre otros servicios.
Pero hay una tercera dimensión al tema de la importancia del Estado. Consideremos el caso de la infraestructura de Guatemala. Ud. puede ser el mejor productor de alimentos del mundo, debido a su alta productividad por hectárea sembrada de un producto X. Pero una vez tenga que salir de su propiedad y transitar por las carreteras, puertos o aeropuertos del país, la eficiencia privada es descompensada por la ineficiencia pública del sistema de infraestructura del país. Incluso llevándolo a que usted sea poco competitivo en el mercado mundial.
¿Cuál es el punto del post? Veo a muchos analistas dándole un énfasis muy alto a la ley de competencia como la panacea que nos sacará del estancamiento económico del país. Talvez lo ven más como un arma ideológica o política, pero en la realidad el concepto de eficientización de un país es integral y va más allá de la promulgación de una ley de competencia. Se necesita una verdadera estrategia integral que incluya demás: reducción de burocracia, restricciones, red tape, regulaciones y barreras de entrada, además de una agenda de infraestructura que permita lograr mayor competitividad; entre otro tipo de temas adicionales. La eficiencia económica es una cultura que va más allá de una Ley, y debe de incluir la eficiencia del Estado, que no olvidemos es el agente económico individual más grande de una economía.
La eficiencia es un concepto técnico económico e ingenieril. Y aunque en la exposición de motivos se exprese que se busca la eficiencia como la ley en discusión (5074), será en el interlineado y resultado final si será ese el verdadero objetivo de la misma, o simplemente una ley más con una institución más que entorpezca el desempeño de la economía. En Guatemala, el track record no es favorable.